De un tiempo a esta parte, especialmente en los últimos años de gobiernos progresistas o también conocidos como “caviares”, hemos podido ver la proliferación de “colectivos” ciudadanos de derecha o “anticaviares”, muchos de los cuales están inspirados en causas principistas aunque no todos, especialmente los surgidos a raíz del pase a segunda vuelta del inquilino del Palacio de Gobierno.
Según el DRAE, un Colectivo es un “Conjunto de personas que tienen problemas e intereses comunes” y es un término que inicialmente lo tomaron los progresistas y que comenzó a difundirse masivamente a inicios del segundo milenio y de manera particular, como consecuencia de las protestas ciudadanas en Madrid de los “indignados” del 15 de Mayo de 2011 – más conocidas como el “15 M” – y que generalmente se inician en el mundo virtual de las redes sociales para desde allí dar el salto al mundo real, de la calle, tal como ocurrió también con los movimientos ciudadanos de la “Primavera Árabe” iniciada en 2010 – 2011.
Y es que efectivamente, se trata de conjuntos de personas o ciudadanos que se agrupan y organizan para enfrentar un problema o para impulsar un propósito común.
Incluso podríamos decir que ahora en estos días de tanta efervescencia política, se ha vuelto una moda para todo aquel que se precie de ser un líder “anticomunista” frente a sus pares o tenga alguna mínima pretensión de “influencer”, aprovechar el descontento mayoritario de la población frente al gobierno y crear su propio colectivo, buscándole un nombre o símbolo sugestivos y saliendo a las calles a protestar a alguna de las tantas movilizaciones contra el régimen – que casi todos los días y a toda hora se convocan – haciendo público y notorio su “compromiso” de “colectivero” con la causa anticomunista, para luego de algún tiempo, coronar su “hazaña” intentando la formalización jurídica.
¿Y tiene algo de malo esto?… NO, en lo absoluto. Lo que sí es lamentable es que se haya convertido esto de los “Colectivos” en todo un modus vivendi para algunos inescrupulosos, cuando se crean aprovechando o instrumentalizando la sana indignación de la gente frente al régimen, para fines subalternos de índole crematística y /o política, como recibir generosas donaciones o saltar a la palestra para hacerse conocido o popular, con el objeto de iniciar posteriormente una carrera política como alcalde por ejemplo, más aun estando próximos a un proceso electoral municipal.
Por otra parte, recordemos que fue en las postrimerías del fujimorato, cuando de las movilizaciones contra el mismo se valieron muchos de los que las encabezaron como trampolín a la fama para sus posteriores carreras políticas. Dicho en otras palabras, este tipo de movilizaciones sirve de excusa o coartada perfecta, para aupar a los oportunistas de turno ya sean de derecha o de izquierda, dependiendo del momento político.
Pero no sería justo generalizar pues hay excepciones, siendo una de estas la del Colectivo “12 de Setiembre” o “12 S”, que ya tiene cerca de nueve años de vigencia ininterrumpida – desde el año 2012 hasta nuestros días – convirtiéndose en el pionero de los colectivos anticomunistas existentes y en el que ninguno de sus fundadores en todo este tiempo ni se ha hecho rico – ya que es auto sostenido – ni se ha hecho conocido o famoso pues no les interesa.
Este Colectivo eminentemente ciudadano y sin ningún fin político partidario, se formó el 2012 frente a la inminente conmemoración de los 25 años de la captura de Abimael Guzmán el año siguiente, y se decidió adoptar el nombre de Colectivo “12 de Septiembre” o “12 S” por la fecha de la misma, cuando no era “políticamente correcto” hablar de antiterrorismo y mucho menos celebrar públicamente victorias antiterroristas y anticomunistas, incluso por temor a represalias de los mismos terroristas.
La idea de la conmemoración era recordarle a la población lo que significaron esos años de violencia para el Perú y celebrar la victoria de nuestra patria entera sobre el terrorismo criminal encarnado en la bestia genocida de Guzmán y siempre por supuesto, reconociendo y agradeciendo a nuestras Fuerzas Armadas y Policiales por su aporte decisivo para la misma. Este Colectivo se activa una vez al año para dicha conmemoración y se gestó en una antigua casona miraflorina, en la cual terminaron convergiendo peruanos de todos los orígenes y procedencias, siendo que a partir del 2013 en que se celebraron los 25 años de la captura de la bestia, todos los años siguientes y de forma ininterrumpida, se congrega en la calle Tarata para la ceremonia correspondiente, empezando como debe ser y desde la primera vez, por el rezo del santo rosario para culminar con las palabras tanto de las víctimas del terrorismo asesino como de los miembros de nuestras Fuerzas Armadas que lo combatieron y lo derrotaron.