Hace unos días se cumplió el primer año desde el anuncio del caso cero de la COVID-19 detectado en nuestro país; un año con la penosa partida de muchos de colegas, amigos y familiares, convulsiones sociales y políticas significativas, y el gobierno tratando de contener la situación; esta situación a su vez nos presentó la realidad de un sistema de salud colapsado y poco preparado para atender una emergencia sanitaria de esta magnitud. Sin embargo, uno de los rezagos más significativos que lamentablemente nos dejó esta pandemia, como resultado de la cuarentena, fue la dramática contracción de nuestra economía.
A modo de resumen, este primer año de pandemia en nuestra economía, significó una caída del 11.12% en el PBI (con señales de recupero desde Dic20, apenas en +0.51%)[1], lo cual, naturalmente, generó un perjuicio importante en la economía de las empresas y también de la población en general, pues 1 de cada 4 peruanos perdió su empleo (reducción de la PEA en 2.25 millones); además, nos vimos enfrentados a una inflación del 2.68% (a Ene21, se presentó el registro más alto en 20 meses) y un incremento de la pobreza a un 34% (el registro más alto en los últimos 12 años)[2].
Gráfico: Mapa del Perú con indicadores principales
Colores del Mapa:
Comentario dentro del gráfico:
En este contexto, nuestro equipo de análisis consideró necesario realizar un estudio exhaustivo sobre los efectos que se han presentado en el mercado laboral según los diferentes sectores económicos, utilizando como muestra de referencia el listado de empresas TOP 10,000 del año 2019, las cuales registraron una masa laboral de 1.90 millones de empleados a finales de Feb20, cifra que se redujo en 21% a finales del año 2020, que representa más de 399 mil bajas laborales; cuya reducción en el gasto de planilla bordea los S/ 1,101.31 Millones (19% del gasto total de planilla de la muestra).
Estos efectos tuvieron tendencias muy diferenciadas en algunos sectores; por ejemplo, los sectores que registraron menor reducción de la masa laboral que el promedio fueron los sectores de salud, pesca, informática y transporte; estos indicadores, en general, son bastante consistentes, dado que fueron los sectores a los cuales las restricciones afectaron en menor medida durante los periodos más ácidos de la pandemia, y en el caso del sector informática la promoción del teletrabajo y tendencias a la digitalización de los procesos explican una menor reducción; por su parte, en lo que respecta al sectores pesca, salud e informática, estos presentaron una menor reducción en su gasto de planilla en relación a la reducción de la masa laboral, explicado por la reducción de personal de menor rango salarial. Asimismo, es relevante mencionar que en varios sectores de la economía se presentó un incremento en el ingreso promedio de cada trabajador, lo cual se explica por la reducción de personal de menor rango salarial, mientras que, en los sectores de telecomunicaciones, turismo, químicas e hidrocarburos ocurrió un efecto contrario, como resultado de las políticas de reducción salarial temporal, así como también, contrataciones de menor rango salarial; por otro lado, los sectores educación, caucho e industrias alimentarias no registraron variación significativa en los ingresos promedio por trabajador.
Del análisis, podemos confirmar que los sectores más afectados en el mercado laboral son el de turismo, telecomunicaciones, esparcimiento y el de industrias alimentarias, los cuales tomaron medidas de ajuste para enfrentar la contracción económica; sin embargo, en la mayoría de estos sectores se aplicaron ajustes superiores al deterioro de su producción, a pesar incluso de tener acceso a las facilidades del estado, como fueron los créditos otorgados a través del programa Reactiva Perú. A modo de ejemplo, el sector construcción aplicó una reducción de gastos de planilla hasta en un 32% versus una reducción económica del sector de 13.87%; del mismo modo ocurrió con los sectores de minería, hidrocarburos, comercio y manufactura en general, cuyos deterioros se ubicaron entre 13% y 16%, registraron reducción en el gasto de planilla entre 20% y 30%.
Finalmente, debemos señalar que el panorama no es del todo negativo, pues en el último trimestre del año 2020, se han registrado resultados que demuestran una rápida recuperación de nuestra economía, que ha sido en gran medida, resultado del levantamiento gradual de las restricciones dadas por el gobierno, a la implementación de nuevas políticas económicas por parte del Banco Central de Reserva y del Ministerio de Economía y Finanzas, además del ciclo alcista de los metales debido a la gran demanda de China. Por otro lado, si bien estamos en un año electoral, la economía ha demostrado ser resiliente a estos procesos y con el plan de vacunación en marcha, se espera un crecimiento económico por encima del 9%; aun así, es importante que el gobierno mejore la fórmula, priorizando medidas especiales para los sectores económicos más afectados, apoyo social intensivo y promueva la recuperación del empleo formal.
[1] Según información estadística de la página del Banco Central de Reserva del Perú
[2] Según información estadística de INEI