¿QUÉ ES GESTIÓN URBANA?
Escribe César Augusto Uchuya Donayre
En los últimos años, la gestión urbana ha
evolucionado de tal manera que pasó de ser una disciplina impositiva, donde se
proyectaba la ciudad desde un gabinete, a una disciplina con un enfoque participativo,
donde se toma en cuenta la opinión de los diferentes actores que influyen en el
desarrollo de la ciudad. Y es tanta la importancia que ha adquirido a través de
los años que se ha vuelto una herramienta indispensable para que las ciudades
logren un desarrollo sostenible; sin embargo, la gran cantidad de deficiencias
que se observan diariamente en el desarrollo urbano de las ciudades del Perú y
el conformismo de los ciudadanos respecto a la situación de su hábitat hace que
uno se cuestione sobre el conocimiento que tiene la población acerca de esta
disciplina.
La ciudad es una conquista histórica del
hombre sobre la naturaleza y desde su aparición siempre fue sinónimo de alta
concentración de oportunidades y recursos (JORDAN, 1993). Por lo tanto, el
adecuado funcionamiento de una ciudad - es decir la capacidad de satisfacer las
necesidades básicas de la población y ofrecer infraestructura urbana pertinente
- se puede considerar como un medidor de progreso; y la disciplina encargada
del adecuado funcionamiento de las urbes, es la gestión urbana .En la guía
básica de gestión urbana de GEUR, empresa mexicana dedicada al rubro, señala: “La gestión urbana es el proceso
dinámico en el que los individuos e instituciones públicas y privadas
planifican y administran los asuntos comunes de la ciudad” (GEUR, 2012, p.3).
Al implicar iniciativas de las instituciones públicas, privadas y de la
población, puede que la relación entre ellos sea tanto de coordinación como de
enfrentamiento, por lo que es fundamental que la gestión urbana dé prioridad a la
satisfacción del bien común sobre los intereses privados; además, el gobierno
debe tener una propuesta de ciudad que haya surgido de un análisis profundo,
definida en el marco de las soluciones a los problemas específicos que presenta
(Plan de desarrollo urbano), para poder establecer directrices y, de esta
manera, evitar limitarse a resolver de manera improvisada los problemas que van
apareciendo en el día a día o a dejarse superar por ellos.
“Sin embargo, se le suele confundir [a la
gestión urbana] con la gestión burocrática, por lo que los responsables de esta
agotan su tiempo y recursos en administrar la municipalidad sin entender que su
principal función y razón de ser es la gestión de la ciudad y el municipio… Una
municipalidad eficiente y organizada debe entenderse como un medio y no como el fin” (RICARDO, 1993). Al parecer esta confusión que menciona
Militao Ricardo es usual en nuestra realidad donde se prioriza el uso del
presupuesto asignado a entidades públicas en el acondicionamiento y
funcionamiento de la institución sobre las iniciativas que pueden beneficiar a
la población. Cómo se mencionó anteriormente, la noción de “participativo” que
se ha añadido a las características de la gestión urbana involucra diversos
actores en su desarrollo, estos actores se pueden clasificar en cuatro
categorías según Arturo Orellana: académicos, empresarial, sociedad civil y
gobierno. En primer lugar se encuentran los académicos, esta categoría implica
a los docentes e investigadores que han desarrollado material de estudio y
propuestas que pueden influir en las transformaciones de la ciudad. Su función
dentro de la gestión urbana es asesorar a las entidades del estado y sus
opiniones se deben tomar en cuenta ya sea en intervenciones de ámbito público o
privado, también se deben ocupar de la difusión de estos conocimientos a toda
la población. En segundo lugar, está el sector empresarial, dentro de esta
categoría se ubican los inversionistas privados e inmobiliarios que están
relacionados a los proyectos de inversión de alto impacto en la ciudad. Estos
proyectos usualmente están conformados por centros comerciales, que modifican
el desenvolvimiento económico de la ciudad; proyectos inmobiliarios para
creación de vivienda, que muchas veces caminan por delante de la gestión urbana;
e infraestructura concesionada, por lo general infraestructura vial,
aeroportuaria, portuaria y férrea. En tercer lugar, se encuentra la sociedad
civil, conformada por promotores, representantes de juntas de vecinos,
movimientos ciudadanos, ONGs y defensores de la participación ciudadana. Dentro
de sus funciones están la de participar dentro la elaboración del presupuesto
de la ciudad (presupuesto participativo), la de fiscalizar los proyectos de
inversión de alto impacto, pudiendo de esta manera promover acciones de
protesta que trasciendan a los medios de comunicación y tomar acciones legales
para entorpecer o mitigar un proyecto considerado perjudicial. Por último, el
gobierno, en esta categoría se encuentra los funcionarios del Estado que ocupan
cargos directivos en todos los niveles del gobierno; estos directivos tienen
responsabilidad directa en las decisiones que se toman sobre temas de inversión
vial, proyectos de infraestructura, proyectos de vivienda, así como la
formulación de planes reguladores y normativas en materia de uso de suelo.
Luego de haber entendido a grandes rasgos
lo que es la gestión urbana cabe preguntarse hasta qué punto cumplimos nuestros
roles como actores dentro de esta disciplina. En palabras de Rosseau:
“…se llaman ciudadanos cuando son participes de las decisiones que
se toman o súbditos cuando tan solo se limitan a seguir las leyes.”