China: Política de control natal y los abortos forzados
Autor: Steven W. Mosher* / Carlos Polo
Leyenda: Esta foto es de una investigación previa
del PRI. En ella se ve un banner que dice: “Si estás obligada a ponerte un DIU
y no lo usas, o si debías haberte ligado las trompas y no lo has hecho, serás
arrestada apenas te encontremos” (Foto: PRI).
Muchos celebraron el anuncio del partido comunista
chino de cambiar la política de control natal permitiendo a las parejas no uno
sino dos hijos. Con mucha ingenuidad se asumió que tal cambio significaría una
reducción de los terribles abusos y daños contra las mujeres chinas y sus
familias.
A mí nunca me convenció. Sé por experiencia de
primera mano que hay una gran distancia entre los discursos políticos de
Beijing y lo que sucede en realidad.
De hecho, no hace mucho presenté mi testimonio en
el Congreso de Estados Unidos en calidad de experto en China. En esa
oportunidad dejé sentado que "a pesar de la nueva política de dos hijos,
el partido comunista chino sigue siendo tan inhumano en el control de la
fertilidad como siempre... el gobierno chino, y no los ciudadanos chinos, seguirán
siendo los que decidan cuántos niños van a nacer en China cada año.” [1]
Population
Research Institute ha realizado recientemente una investigación de campo sobre
la aplicación de la política de dos hijos en China. Basado en
los resultados iniciales, mi preocupación lamentablemente estuvo en lo cierto.
No sólo continúan los abortos forzados en China, sino que los niveles de
coerción son todavía mayores que en el pasado. ¿Cómo así?
En primer lugar, el partido comunista ha ordenado
públicamente a sus miles de miembros de la policía de control de la población
que "lleven a cabo decididamente la
política básica de planificación de nacimientos [e] implementen completamente
la política de dos hijos por pareja".
Si esto no les suena mucho a un estimulante “Creced
y multiplicaos", es porque es todo lo contrario. Si bien a cada pareja en
China ahora se le permite un segundo hijo cuatro años después del nacimiento de
su primogénito, otras restricciones no se han relajado. Entre otras cosas, la
política de planificación familiar prohíbe los nacimientos fuera del matrimonio
y la maternidad sin permiso aun cuando fuera el primer hijo de la pareja. De
modo que las mujeres que violen estas reglas todavía siguen siendo perseguidas
y cuando las encuentran, las obligan a abortar o las esterilizan. Las multas a
parejas que tuvieron hijos ilegales son demencialmente grandes y equivalen a
tres a cinco veces el ingreso anual de la familia.
De hecho, las mujeres chinas son perseguidas
incluso más vigorosamente que antes. Hay más policías de control natal a la
caza de menos "nacimientos ilegales" lo que significa menos dinero a
repartirse entre policías generalmente corruptos.
Las multas de control de la población han sido una
fuente importante de ingresos para funcionarios del gobierno que adoptaron un
estilo de vida impagable para sus pequeños salarios pagados por el estado. La
corrupción es generalizada en China y prácticamente con muy pocas excepciones.
PRI entrevistó a una mujer que, cuando descubrió
que estaba embarazada de un segundo hijo, tomó el metro con la decisión de
desaparecer. Su primer hijo tenía sólo dos años y ella era demasiado joven para
ella para calificar para un segundo, incluso bajo la política de dos hijos.
Ella decidió no abortar y tuvo que vivir clandestinamente y vagando por las
calles hasta que pudo viajar a un lugar secreto para estar segura.
Si la descubrieran embarazada y rechazara el pedido
del gobierno para tener un aborto, ella sabía lo que seguiría. Como padres de
un niño “ilegal”, ella y su marido ambos perderían sus puestos de trabajo seguro
y sus viviendas de subsidio que les asigna el gobierno. No tendrían ningún
ingreso y no habría manera de mantener a sus hijos ni a los padres ancianos de
su marido. La enorme multa que la policía de control de la población
alegremente cargaría sobre ellos acabaría con sus ahorros y los dejaría
totalmente desamparados.
Le preguntamos si las cosas estaban mejor con la
política de dos hijos. "No", dijo enfáticamente, "las cosas son
aún peores"
"No es tan simple como todo el mundo tiene dos
hijos", continuó. "Cada autoridad local tiene sus propias reglas.
Todos tratan de compensar su pérdida de ingresos. Cobran por los permisos que
deben obtenerse para el segundo niño. Imponen otras restricciones, como cuántos
años de diferencia los niños deben tener y así por el estilo. Cada una de estas
restricciones se convierte en una forma para que la policía de control de la
población imponga multas y gane más dinero. Y si te pillan embarazada de un
hijo ´ilegal´, te quitan todo lo que tienes."
PRI continúa su investigación de campo, pero
podemos adelantar con seguridad que la política de dos hijos definitivamente no
significa un nuevo amanecer en la libertad reproductiva de las parejas chinas.
El estado todavía controla la reproducción bajo un plan de estado, y las
autoridades encargadas de su aplicación son aún más coercitivas y corruptas que
nunca.
*Presidente del Population Research Institute
[1] La nueva
“política de dos hijos” en China & y la continuación de crímenes masivos en
contra de mujeres y niños: Audiencia ante la Comisión Ejecutiva sobre de China
del Congreso, 114th Cong. 51-56 (2015) (declaración de Steven W. Mosher
Presidente de Population Research Institute), disponible online en http://www.cecc.gov/events/hearings/china%E2%80%99s-new-%E2%80%9Ctwo-child-policy%E2%80%9D-the-continuation-of-massive-crimes-against-women-and